martes, 7 de abril de 2009

VIACRUCIS ECONÓMICO



“La Semana Santa deja un déficit económico para la iglesia, pero arroja ganancias espirituales”, esto es lo que piensa el párroco de la Iglesia San Bernardo el Padre Carlos José Arias Castrillón, quien vive un verdadero
viacrucis en el puente mas largo del año y, es que, conseguir los recursos para financiar la principal fiesta católica, implica más que fe.

La iglesia está ubica en la comuna 16 de Medellín. En el barrio Belén San Bernardo, uno de los más poblados de la ciudad. Tiene grandes sitios de interés como el Aeroparque Juan Pablo II, Parque Bibliotea y la Estación de Policia más moderna del país. Durante la semana santa, la parroquia de Belén San Bernardo es una de las más concurridas, después de la iglesia Nuestra Señora de Belén, en pleno parque.


El párroco Carlos José Arias inicia su recolecta el jueves – antes del domingo de ramos – enviando 5000 sobres a las puertas de los hogares y locales comerciales del barrio Belén San Bernardo, intentando tocar el alma de los creyentes para que los sobres regresen a la iglesia con un aporte económico en su interior y, así cubrir los gastos de la semana santa . Además, espera recibir el 6% del dinero proveniente de los diesmos, teniendo en cuenta, que cerca de 10 mil personas trabajadores están en condiciones de aportar un día de su salario pero, tan sólo, 150 lo hacen.

Desde antes de que comience la Semana Mayor, el párroco realiza un “autopréstamo” con las ofrendas recogidas durante todo el año, para la cuota inicial nuevo sepulcro de la iglesia. Además, los santos requieren de nuevos trajes y vestiduras que cubran sus cuerpos. Para esto se destina $3 millones de pesos para tanta seda, cintas, lentejuelas y el exclusivo modista.

Los gastos para la iglesia de San Bernardo no paran aquí. Pues los 4 mil creyentes que asisten a la procesión de ramos, la muerte y resurrección de Jesús, son guiados por las oraciones y cánticos de los oradores, por medio de un equipo de sonido que compraron esta año por $4 millones de pesos

Los gastos aumentan como el número de creyentes que buscan purgar sus pecados recibiendo “el cuerpo y la sangre de cristo”. Se confiesan, oran, prometen cambio y comulgan. Para esto, las 200 mil hostias nos son suficiente para tanto arrepentido. Ni las 300 hostias para consagrar alcanzan para celebrar tanta misa.

Pero si la iglesia tiene grandes gastos, hay quienes se lucran de ellos. Es el caso de 2 nuevos oradores quienes trabajan horas extras para escuchar tanto arrepentido y predicar a los creyentes del barrio Belén San Bernardo. Su sueldo por ésta semana es de $600 mil pesos para cada uno. Si tenemos en cuenta que el salario mínimo legal vigente está en $496.900 mensuales , los sacerdotes reciben una no despreciable bonificación.

Qué una rosa para la virgen María; qué un cartucho para el cuerpo caído de Jesús; qué la veladora el altar del padre. Así, sucesivamente, la iglesia de San Bernardo destina $900 mil pesos para comprar flores y velas para que sus feligreses puedan deleitar sus ojos con el decorado y la iglesia durante la semana santa. A eso , se le suma cerca de $2 millones de pesos en “varios” como manteles, sirio pascual, carbón litúrgico etc.

Finalmente, termina la semana más costosa de la iglesia católica. En la parroquia de San Bernardo, de carca de 5.000 sobres enviados a las casas, tan sólo, 200 movilizaron el bolsillo de los creyentes quienes donaron $800 mil pesos. Los gastos superan los 7 millones y el domingo de resurrección, comienza el viacrucis económico del padre Carlos José Arias en busca de recuperar con eventos lo gastado para que así, no sea crucificado por las deudas.

Por: Johanna Ramírez Gil

1 comentario:

  1. Buen artículo. Un titular corto y sugestivo que da cuenta del contenido del texto, una escritura que mejora y hace más fluida la narración, dan ganas de seguir y al final se encuentra un buen final.

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